- Convento San Diego de Alcalá:
Este
convento se encuentra a 200 metros de la población debido a que los frailes
buscaban un lugar que tuviera abundante agua y un terreno para cultivar las
huertas. Y a su vez, un sitio aislado para dedicarse mejor a la oración y
comunicación con Dios.
En
el año 1598 se consigue la licencia de fundación y es entonces cuando comienzan
las obras que duraron 5 años y se llevaron a cabo gracias a las limosnas de los
vecinos de la localidad.
Fue
inaugurado en 1603 cuando se celebraron en él los divinos oficios y se dijo la
primera misa. En 1614 se colocó la imagen titular del convento, San Diego de
Alcalá.
Estos
frailes pertenecientes a la orden franciscana permanecieron aquí hasta 1821,
año en el que por órdenes militares se suprimieron todos los conventos que no
llegaran a tener 12 miembros profesos.
El
cierre definitivo del convento fue en el año 1822 y produjo en Fuentes una
fuerte convulsión, ya que la presencia de los frailes era de vital importancia
en la vida religiosa, social y cultural. Asistían a los enfermos, daban de
comer a los pobres y predicaban y actuaban como consejeros.
Además,
los milagros de San Diego de Alcalá atrajeron a muchos fieles y peregrinos,
obligando al pueblo a cambiar sus infraestructuras, aumentar el número de
mesones y posadas e incrementar ventas de productos de la tierra. Por tanto, su
clausura afectó negativamente al desarrollo económico, social y cultural del
pueblo.
La
devoción a la imagen de San Diego de Alcalá era tal, que en tiempos en que se
estaba construyendo el convento, un albañil que trabajaba en su construcción se
convirtió a la orden por el milagro que se obró. Cuando estaba acomodando una
piedra en la bóveda, el andamio falló y se precipitó al vacío. Todos lo dieron
por muerto. Pero al despertar, dijo que en la caída había invocado el favor de
San Diego diciendo “San Diego sea conmigo”. La historia se repitió hace unos años cuando
se estaban haciendo las tareas de restauración y un albañil sufrió un altercado
similar y salió ileso.
Tras
la desamortización el convento pasa a manos privadas y fue utilizado como
molino de aceite y como uso ganadero. Tras sus sucesivos dueños, el convento
sufrió un gran deterioro, hasta que el año 1997 el Ayuntamiento gestiona su
compra. Posteriormente se rehabilita y hoy en día es un hotel rural.
Al
entrar en el Hotel Convento, a mano izquierda, lo primero que observamos es una
sala de celebraciones donde antiguamente se localizaba la iglesia. Esta debía
estar orientada hacia el este ya que el lugar más sagrado debía estar mirando
hacia tierra santa y buscando la tradicional relación Dios-Luz.
Desde
esta sala se accede al claustro, cuya planta es cuadrada con una galería de
arcos de medio punto de ladrillos. En el centro del claustro hay una fuente,
por lo que da indicios que antiguamente fuera un pozo o un aljibe.
Hoy
en día, las habitaciones de los huéspedes se encuentran en la parte superior
del edificio. Que en épocas pasadas, eran las celdas de los frailes. A lo largo
del pasillo se pueden observar restos de decoración al fresco en el zócalo,
donde predominan las bandas de motivos geométricos cuyos colores predominantes
son los rojos y amarillos. También aparecen bellas figuras decorativas
enmarcando las puertas de las habitaciones y realizadas por los mismos frailes.
This convent
is located 200 metres away from the town because friars used to look for places
where they could get enough water to grow a garden and at the same time, isolated
places to devote themselves to the prayer and communication with God.
The building
licence is obtained in 1598, when the works start thanks to the alms from local
people. In 1603 the convent is opened and the first Mass said. In 1614 the
image of “San Diego de Alcalá” is placed in the convent.
The friars
who lived here belonged to the Franciscan Order and they stayed until 1821,
when all the convents not having at least 12 professed members were eliminated.
The final closure of the convent took place a year later, in 1822, and it
provoked a strong unrest since the presence of the friars was of a vital
importance in the religious, social and cultural life of the town. They
assisted ill people, gave food to the poor or acted as advisors. In addition,
the miracles of “San Diego de Alcalá” attracted many worshippers and pilgrims
to the town so the closure of the convent affected negatively on the economic,
social and cultural development of the town.
The devotion
to the image of “San Diego de Alcalá” was such that a builder who was working
on the construction of the building converted to the Order when he fell down
and came out unharmed. He said that he had called upon “San Diego” to work a
miracle. The story was repeated a few years ago when another builder had an
accident and suffered no damage.
After the
confiscation, the convent passed to private property and was used as an oil
mill as well as for livestock purposes. The convent has several owners and
suffers a great decline until in 1997 the Town Council manages its purchase.
Subsequently, the convent is rehabilitated and nowadays it is a rural hotel.
As you go
into the convent you will see a room used for celebrations on the left. It was
there where we could find the church in former days. From this room you can
access the cloister, formed by a gallery with rounded arches. In the middle of
the cloister there is a fountain, what proves the existence of a well in the
past.
Nowadays, the
guest rooms are located on the upper part of the building, what in former days
were the cells where the friars lived. Along the corridor you will see remains
of fresco paintings and beautiful decorative paints on the door frames made by
the friars.
No hay comentarios:
Publicar un comentario